El año de mí graduación no fue solo el mejor académicamente, si no también en mí vida sentimental, porque me acerqué mucho a una persona que es muy importante para mí.
Cómo dije en mis hobbys, amo leer, y el romance es mí debilidad, así que siempre pensé que ese amor verdadero solo sucedía en los libros, pero Gilmer Contreras llegó a mí vida para demostrarme que el amor de las películas, libros y series si existe en la vida real, que si puedes encontrar y elegir quedarte con una persona con la puedas ser totalmente tu mismo, que desvanece todas tus inseguridades solo con un beso y un abrazo, una persona especial a la que siempre quieres apoyar y que te impulsa a ser mejor, a alcanzar tus sueños, una persona perfectamente imperfecta, que te enseña a amar de todas las maneras, aún cuando las cosas no sean color rosa. Y si quieren saberlo, no tuvimos un comienzo "convencional" y súper romántico como en los libros, pero definitivamente el desarrollo de nuestra historia si que ha sido lleno de amor… Lo sé, es un inicio un poco muy cursi, pero él saca ese lado de mí.
En muchos momentos importantes y felices de mís últimos dos años, Gilmer ha estado presente, sacándome una sonrisa cada día. Pasaba cada momento que podía en el colegio con él, aunque estuviéramos en distintas secciones, bailamos juntos en el parrandon, célebre mí primer gran Día de San Valentín a su lado, fue el primer novio que le presente a mí mami, estuvo a mí lado toda la semana de la ciencia, me acompañó luego de ganar las olimpiadas de física y química, estuvimos juntos todo el día de defensa de nuestros proyectos científicos, fue mí pareja en el baile del último timbre, nos graduamos juntos, me sorprendió en mí primer día en la universidad, y de cierta forma yo a él también, volví a bailar en Quimbao con él, fuimos juntos a nuestro primer social de salsa que a la vez fue mí primer Hallowen, es el primero en regalarme un peluche y lo hizo en navidad, estuvimos en los cumpleaños del otro, incluso estuvo en el de mí pollito, estuve cuando se rompió el pie… Así que, aquí estamos, con 18 meses juntos, y para mí lo más significativo es que nos hemos apoyado desde el inicio, sacándole una sonrisa al otro cada que lo ha necesitado; y si, somos jóvenes, pero no tememos decirnos que somos el amor de nuestras vidas…
En fin, tengo el mejor novio del mundo, y AMO mucho a este niño, es un sentimiento que cada día crece más; como dije al inicio, soy demasiado cursi cuando de él se trata, pero es que mí amorcito simplemente es especial, es lindo, adorable, divertido, comprensivo y cariñoso conmigo, y eso solo por mencionar algunas de las cosas que me gustan de él.
Comentarios
Publicar un comentario